Existe tanto dolor en el mundo, tantas personas, tantas situaciones enfrente de nosotros. Día a día cuando vas en la calle y ves a un niño descalzo sin comida, ves a un anciano en una silla de ruedas pidiendo dinero o simplemente ves a una persona buscando comida en un bote de basura.
Claro podemos decir que fue su decisión, podemos decir que esa persona decidió irse por ese camino fácil. Pero si pudiéramos revisar historia por historia veríamos cuánto dolor hay detrás. Y esto Me pone a pensar, me pone a sentir y me pone a llorar
Cuántas veces tenemos todo para ser felices, una familia que nos ama, en ocasiones tenemos esa pareja que pareciera cayó del cielo y te la mandaron como un premio exclusivamente para ti.
Tenemos un trabajo, un hogar, comida, sustento, ropa, tenemos todo lo que necesitamos y más allá de lo material nos tenemos a nosotros mismos.
Tenemos nuestra propia fuerza, nuestro propio amor. Pero creemos que eso que nosotros nos podemos dar no es tan importante, siempre estamos volteando afuera a ver quién nos puede querer, amar, escuchar, abrazar.
Siempre estoy esperando que alguien venga y llené mis huecos, mis dolores, que alguien venga me agarre la mano y me diga que todo va estar bien.
Puede ser un buen remedio para salir de la soledad, la tristeza, pero este remedio no dura para siempre porque tal vez en algún punto en nuestra vida esas personas que nos hacen fuerte desaparezcan y nos dejan con un hueco y un vacío inmenso, sintiendo que el alma se quiebra, sintiendo que no tenemos nada más. Entonces abrimos los ojos y estamos en el suelo sintiéndonos lo peor del mundo extrañando, necesitando la otra persona.
Solo recuerda quién eres, recuerda porque estás aquí, haz un esfuerzo y recuerda de dónde vienes.
Eres un angel de luz, un ser maravilloso, no necesitas de nadie para ser feliz, no necesitas de nadie para vivir y no necesitas de nadie para ser tú mismo.
Tienes todo lo que necesitas, te tienes a ti.
Y si alguien llega a tu vida la compartes con esa persona, la vives, la gozas y si en algún momento se va, le das las gracias por todo lo que te dió y enseño.
Valora lo que tienes mucho o poco, si solo tienes una tortilla para comer el resto del día o un manjar para comer toda tu vida no importa, valor a cada momento, cada instante, cada situación y permite que Dios haga el trabajo en ti.
Amate!!
Escrito
Graciela Hernandez Psicológa