Ser padre, madre, abuelo, abuela e incluso un eficaz educador, no es fácil. Cada niño viene a este mundo con unasnecesidades propias
En ocasiones olvidamos algunos aspectos importantes para la crianza de nuestros hijos.
1. No le escuchas
Los niños hablan mucho, y sobre todo preguntan. Te asaltan con mil cuestiones, mil dudas, con cientos de comentarios en el momento más inoportuno. Desean saber, experimentar, quieren compartir y desean comprender todo lo que acontece ante ellos.
Tenlo muy claro, si les mandas callar, si les obligas a guardar silencio o no atiendes sus palabras respondiéndoles con severidad o de forma osca, lo que vas a conseguir en un breve plazo es que el niño deje de dirigirse a ti. Y lo hará prefiriendo sus propios espacios de soledad detrás de una puerta cerrada que ya no querrá que cruces.
2. Lo sancionas, no le das confianza
Son muchos los padres que relacionan la palabra educación con sanción, con prohibición, con un autoritarismo firme y rígido donde todo se impone y cualquier error se castiga. Este tipo de enfoque educativo lo que ocasiona es una falta de autoestima muy clara en el niño, una inseguridad y a su vez, la ruptura del vínculo emocional con ellos.
Si castigamos no enseñamos. Si yo me limito a indicarle al niño todo lo que hace mal, jamás sabrá cómo hacer algo bien. No le doy medidas o estrategias, me limito a humillarlo. Y todo ello va a generar en él, rabia, rencor e inseguridad. Evítalo siempre.
3. Lo comparas y lo etiquetas
Pocas cosas pueden llegar a ser más destructivas que comparar a un hermano con otro, o comparar al niño con otro para ridiculizarlo, para darle entender sus escasas facultades, sus fallos, su escasa iniciativa. En ocasiones, un error en el que caen muchos padres es hablar en voz alta delante de ellos como si los niños no les escucharan.
Es que mi hijo no es tan listo como el tuyo, es lento, qué se le va a hacer”. Expresiones como estas son dolorosas y generan en ellos un sentimiento negativo que propiciará no solo el odio hacia sus padres, sino un sentimiento interior deinferioridad.
4. Le gritas, te apoyas antes en las órdenes que en los argumentos
No vamos a hablar aquí del maltrato físico, damos por sentado que no hay mayor forma de romper el vínculo emocional con un niño como cometer este acto imperdonable.
Ahora bien, hemos de ser conscientes de que existe otro tipo de maltrato implícitocasi igual de destructivo, como es el psicológico, ese en el cual, se mina por completo la personalidad del niño, suautoconcepto y la seguridad en uno mismo.
Hay padres y madres que no saben dirigirse de otro modo a sus hijos, como es a través de los gritos. Levantar la voz sin razón justificable provoca un estado de excitación y estrés continuo en los niños, no saben a qué atenerse, no saben cuándo hacen una cosa bien o mal. Los gritos continuados enervan y hacen daño, puesto que no hay diálogo, sólo órdenes y reproches.
Hay que ir con sumo cuidado con estos aspectos básicos. El no escuchar, el no hablar, el no mostrar apertura, comprensión o el usar la sanción por encima del diálogo, son modos de ir alejando poco a poco a los niños de nuestro lado. Nos verán como enemigos de los que defenderse y romperemos el vínculo emocional con ellos.
Es tiempo de amor y comprensión.
Sé que no existe un manual para ser padres y se que en el camino nos equivocaremos mucho pero entre más informados y entre más abiertos estemos en aprender nuevos estilos de crianza, estaremos menos expuestos a equivocarnos y aportarosas cosas positivas a la vida de las personitas que más amamos. Nuestros hijos.
Aprendamos juntos !!
Psic. Graciela Hernandez